Chica de 23 veranos, de corte pequeño y gran corazón.

 

Las amigas de mi abuela me recordaban como la niña que llevaba una sonrisa continuamente puesta.

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Siempre me ha gustado evadirme, ir en el autobús y quedarme embobada mirando por la ventana, haber oscurecido y ver las luces que conforman la ciudad, estar en la ducha y contemplar las gotas cayendo suavemente, como si de piel se tratara la mampara.

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Me gusta escuchar música, ir por la calle, en el metro, autobús, en casa y cantar a voces o en mi cabeza, pero siempre moviendo los labios. Sí, soy de esas que al ponerse los auriculares esboza cada palabra de la canción y mueve los dedos o los pies al ritmo de la música.

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Me gusta la fotografía, captar momentos y personas que van llenando mi vida. Escribir, pintar y dibujar, aunque no sea una artista, me ayuda a centrarme y a relajarme. Me gusta el momento que reservo para hacer justamente eso que me gusta, me gusta pensar en mí tanto como me gusta pensar en los demás.

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Y ésta soy yo, lo que soy.